sábado, 26 de abril de 2008

La ZGAE quiere tu dinero

Vía Menéame me encuentro con el siguiente correo:

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Date: Thu, 24 Apr 2008 10:55:50 +0100
Subject: Informacion importante

Estimado cliente

Desde Dell os informamos que a principios de mayo, las impresoras multifunción láser van a tener un incremento en precio debido a la tasa SGAE (derechos de autor) de 122€.

Hasta ahora Dell era el único fabricante que asumía el coste de la tasa; ahora estaremos en la misma situación que el resto de fabricantes (seguiremos siendo igual de competitivos).

Por tanto esta tasa afecta a este tipo de producto, sea del fabricante que sea.

Si tenéis pensado adquirir algún modelo Dell ya sea 1815dn o 3115cn, si lo hacéis ahora antes de que empiece mayo, os ahorráis la tasa SGAE.

Cualquier cuestión no dudéis en contactarme.

Saludos cordiales

¿Qué os parece? Claro, que leyendo las últimas declaraciones del señor Bautista, el presidente de la ZGAE, nada resulta extraño. Entre otras perlas, "Teddy" asevera: "El tema es que cuando la gente quiere una Internet de 20 megas es porque se quiere descargar películas, o ver televisión, o intercambiar ficheros pesados". Ojo, amigos, que ahora nos van a cobrar el canon hasta en la sopa. Aún estás a tiempo de firmar.

sábado, 19 de abril de 2008

Dos minutos para todos los gustos


"Dos minutos: microrrelatos" es una colección de 73 historias breves que no dejan indiferente. Con una prosa cuidada, en la que no sobra ni una palabra, José Alberto García Avilés nos va conduciendo por un mundo de retazos de la vida real, llenos de ironía, dolor y ternura. Para quienes no tienen tiempo, para quienes buscan nuevas experiencias, para los jóvenes, para los viejos, para los tímidos, para los lanzados, para los que chatean, para los blogueros, para los cinéfilos, para los sesudos, para los inquietos, para los aburridos, para los dicharacheros... este pequeño gran libro es muy recomendable.
Avilés escribe en el prólogo: "Si queremos comprender el mundo –en la medida en que resulta comprensible-, hemos de comprender el sentido de las palabras que usamos para expresarlo. Son herramientas de conocimiento y comunicación, pero también de prejuicio, censura e intolerancia. Todos tenemos un potencial narrativo que, por razones diversas, no sabemos explotar. Se trata de capacidades y recursos maniatados, bloqueados, que aún no hemos puesto en práctica. A través del mecanismo misterioso de la escritura, tal vez logremos afinar la sensibilidad para percibir los significados que ocultan las palabras. Así, hacemos uso de nuestra libertad creadora, con la certeza de que hay cosas que están como dormidas y que, si nos empeñamos, podemos lograr que despierten". Toda una declaración de intenciones para los amantes de la literatura.

lunes, 14 de abril de 2008

Un libro inquietante

Personajes al borde del abismo, gente que lucha a brazo partido con sus problemas, seres que se dirigen dulcemente hacia la deriva… todo eso y mucho más son “Trescientos días de sol”, del escritor aragonés Ismael Grasa. Son personas corrientes, como tú y como yo, que no pierden nunca la esperanza y que están a la espera de que algo suceda, aun a sabiendas de que no va a suceder. Escrito en un tono seco, desprovisto de artificio, con sencillez y realismo. El vecino del tercero, tu prima, el conductor del autobús, tú y yo somos el que ansía clavar un cuchillo a alguien en un momento determinado y somos también el que ve sus lágrimas mezclarse con las gotas de agua bajo la alcachofa en la ducha. Y eso inquieta.

En una entrevista, cuando le preguntan qué le llevó a escribir, Ismael Grasa dice:
“Pasan los años y uno no tiene una respuesta para eso. Supongo que leer, y el deseo de hacer algo parecido. Es verdad que uno empieza a escribir porque conoce a escritores. Empezar a escribir no es fácil, y yo compartí pisos con amigos escritores que me animaron a escribir.
La literatura tiene algo de contagioso. Lleva fama de ser solitaria, y es necesaria cierta dosis de soledad, pero la realidad es que tiene bastante que ver con el hecho de relacionarse con otras personas que leen y escriben.
Como muchos, yo empecé con concursos. Después mandé una novela a una editorial, salió publicada y ya no volví a presentarme a ningún concurso.
Y de pronto uno es escritor. Duermes y a la mañana siguiente eres escritor, hagas lo que hagas”.

lunes, 7 de abril de 2008

Se apaga una antorcha teñida de sangre

Hace unos días, durante la ceremonia de encendido de la llama en la ciudad donde nacieron las olimpiadas de la antigüedad (776 años antes de Cristo), tres miembros de Reporteros Sin Fronteras (RSF) perturbaron el discurso del responsable chino del Comité Organizador de los Juegos, Liu Qi. Uno de ellos desplegó una banderola con el lema "Boicot al país que pisotea los derechos humanos" y otro gritó: "Libertad, Libertad" detrás de la tribuna oficial. La policía detuvo rápidamente al grupo y la televisión oficial griega pasó a enfocar otra imagen. "Si el fuego olímpico es sagrado, los derechos humanos lo son aún más", replicó desde París la organización RSF, cuyo presidente Robert Menard figuraba entre los manifestantes de Olimpia.


La antorcha que hoy hemos visto apagarse en las calles de París, gracias al activismo de cientos de jóvenes y de Reporteros Sin Fronteras, está teñida de sangre. De la sangre de las incontables víctimas del gobierno chino, que lleva décadas masacrando a los disidentes. Dudo mucho que gestos como éste, del asalto a la antorcha, ni el anunciado boicoteo de los Juegos Olímpicos hagan recapacitar a los digirentes chinos. Pero a los ciudadanos demócratas y defensores de la libertad solo nos queda, por lo menos, el derecho al pataleo ante el circo de la llama olímpica china. Y en estos tiempos de hipersaturación mediática, la imagen de los jóvenes arrastrados por las fuerzas de seguridad, para decirle al mundo que no comulgan con la sangrienta represión de las autoridades chinas, se gana mi admiración.

miércoles, 2 de abril de 2008

Belleza y emoción

Contar historias, reír, llorar, emocionarse, vibrar, entrar en contacto con miles de mundos posibles, encontrarse ante situaciones insólitas, morir y nacer de nuevo, viajar al punto más recóndito del universo… es burlar nuestra pobre condición y soltar las cadenas, librarnos de todo aquello que nos atenaza y sentir un intenso soplo de vida nueva.
En este delicioso placer de contar sólo disfrutan quienes han sentido la angustia de las palabras. Quien carraspea con el aire al respirar, y le duelen o alegran las cosas de los demás. Quien sueña con lo sencillo, acaricia lo frugal y es capaz de sentir lo más ingenuo del mundo. La escritura es por igual un medio de comunicación y un instrumento para descubrimientos personales. Conforme escribes, aprendes mucho más sobre lo que sabes, sobre lo que crees que sabes y sobre lo que sabes que no sabes. Como decía Cervantes, quien sabe sentir, sabe decir (y no al revés).
Los pequeños acontecimientos pueden ser trascendentales. Esto lo sabe Eloy Tizón y prueba de ello son estos 13 relatos que componen "Parpadeos", cuya lectura es una experiencia deliciosa. Él mismo ha explicado que el libro tiene mucho que ver con la provisionalidad, la fugacidad, las ausencias, los barridos de imágenes o los rastros" de la vida. En una entrevista dice: "ningún mercado impedirá que un loco se encierre en su cuarto para producir belleza y emoción; y que otro loco, más tarde, lea esas páginas". Bienvenido al manicomio.